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Cirauqui Calzada Romana |
Las Calzadas Romanas, como la de Cirauqui, su construcción, tenía una metodología determinada y bien estudiada, que aún hoy sería válida, en cuanto a su durabilidad.
Estas Vías Romanas de Comunicación, debían de cumplir con unas normas y un protocolo de cimentación establecido, como podemos ver, en lo que queda del trazado, de la Calzada Romana de Cirauqui
Calzadas Romanas
Sistemas de Construcción
Cirauqui Calzada y Puente Romano
El sistema de construcción de las Calzadas Romanas, no era muy complejo y dependía de la calidad, firmeza y composición del suelo por donde iba a ir el trazada da cada vía romana.
Había 2 tipos de construcciones, dependiendo de los puntos de conexión y del uso que se iba a dar a cada vía.
Estos dos tipos de vías eran las siguientes:
1ª Vías Viae Vicinales 2ª Calzadas Romanas.
1ª Vías Viae Vicinales
Estas vías comunicaban pequeñas aldeas.
No se pavimentaban como las calzadas romanas.
Simplemente el sistema de construcción era, con un prensado de tierra.
Esto era así, porque el uso que se le daba no requería un suelo firme y estable, como el de las calzadas.
Por la naturaleza de su construcción, estas vías o bien desaparecieron, o bien se utilizaron posteriormente, para crear los caminos rurales comunales, o las propias carreteras que actualmente tenemos.
2ª Calzadas Romanas.
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En cuanto a la técnica de construcción de las Calzadas Romanas, estas se construían según el sistema creado por "Vitrubio", en su tratado de "Architectura"
La técnica, la metodología, los materiales de la construcción de estas vías o calzadas era el siguiente:
1º Se abría una fosa que se rellenaba de piedras y cascotes.
2º Se aplanaba el terreno y se ponía a nivel, aspecto muy importante.
3º El espesor de la fosa dependía de la calidad y materiales del suelo base.
4º Toda la fosa se cubría de una capa de unos 22 centímetros, que se a morterada con los materiales de cal y guijarro [piedras redondeadas que están en las orillas o dentro de los ríos].
5º Sobre esta fosa ya trabajada, se ponía una capa de 15 centímetros de Argamasa [Mezcla de diversos materiales, como cal o cemento, arena y agua, que se usa en la construcción para fijar ladrillos y cubrir paredes] más fina que podía ser de grava o de cal.
6º Por último, sobre esta fosa, se colocan los bloques de piedras ya talladas.
7º Para terminar la construcción de la propia calzada, en los bordes de la misma se colocaban 2 cintas de piedras.
La anchura de las Vías o Calzadas Romanas era muy variable. Dependía de muchas circunstancias.
Pero como norma general, la anchura no era superior a los 5 metros.
Calzadas Romanas
Mantenimiento
A los ingenieros romanos se les llamaba “Los Praefecti Fabrum” y eran los que realizaban el proyecto técnico y diseño de todas las calzadas y eran ayudados por los “Quaestores”, en los temas financieros.
Una vez finalizada la construcción de la calzada, la gestión y cuidado de la misma pasaba a ser competencia de los Ediles.
Augusto [fue el primer emperador romano. Gobernó entre 27 a. C. y 14 d. C., año de su muerte, convirtiéndose así en el emperador romano con el reinado más prolongado de la historia], en el año 20 A de C. reorganizó este sistema. Él se encargaba de la gestión general de las vías.
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Este nuevo sistema de gestión de las vías romanas, se componía de Magistraturas Permanentes para su mantenimiento, nombrado para ello a antiguos “Pretores” [era un magistrado romano cuya jerarquía se alineaba inmediatamente por debajo de la de cónsul].
Toda vía tenía así mismo, un “Curator Viarum” que debía de responsabilizarse de su mantenimiento.
Entre sus funciones estaban especialmente las siguientes:
· 1º El cuidado de las Lastras.
· 2º El cuidado de los Miliarios.
· 3º El cuidado de los Desagües.
· 4º Realizar obras de Remozamiento
· 5º Reparación de todas las incidencias de la propia calzada.
Entre las obligaciones de los “Curator Viarum”, estaban, crear tributos para la reparación de las vías.
A las puertas de las ciudades, se cobraba derechos de peaje y aduanas, sobre las mercancías que se importaban o se exportaban.
Los carruajes pagaban un impuesto especial.
Los pavimentos de las calzadas se estropeaban por las lluvias y por el tráfico de carruajes, que solía ser pesado.
Los viajes no eran cómodos, ni para los hombres ni para los animales de tiro, que eran maltratados, para que tiraran con más fuerza.
Por esta razón, la vida de estos animales era muy corta.
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